Con el parloteo la pagaba caro, cada vez que abría la boca una estrella moría, bien arriba allá en su cielo, la pasaba de mierdas enredada entre silencios, rara costumbre le tocó vivir, por cada estrella sucumbida en el firmamento el origen de otra bien adentro, allá en el interior de su cuerpito, las horas se les escurrían como a todos los demás y de tantas habladurías en la oscuridad total entró a patear, sin embargo nada le importó, ni una lagrima supo derramar porque ahora va por la vida con un estupendo y florido racimo de luceros dentro suyo, galaxias contenidas debajo de su piel.
Espectacular vídeo. Realmente, hipnotiza.
Tu trabajo fotográfico mantiene la excelencia a la que nos acostumbras.
Y como siempre, leerte es un placer. Relato corto que no cansa.
Un abrazo Darío
· LMA · & · CR ·
Gracias a vos Ñoco por tú recorrido en este espacio.
BorrarUn abrazo.
Sin desperdicio...
ResponderBorrarMe encuentro muy a gusto en tu casa.
Gracias Dario.
Me alegra que estés a gusto y gracias por visitarme y dejar tus pareceres.
BorrarAbrazo.