jueves, 9 de julio de 2015

Sangre derramada sobre la mesa






El señor la cobijó con displicencia bajo sus brazos el día que la fiebre asomó, parecía agradecida… impaciente y luego fugó, un zumbido alcalino siempre latente, piel ceniza, sangre espesa derramada sobre la mesa, la gran agitadora, fue lo más profundo en donde alguien pudo nadar.









2 comentarios:

  1. Bellísimas y profundas letras que reflejan una vida agitada.
    El collage, lo mismo, bello, bello...
    Un muy largo abrazo querido amigo.

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  2. Qué alegría verte por aquí mi querida Ohma, siempre brindándome gratas palabras, gracias por conceptos sobre lo expuesto.

    Otro largo abrazo para ti.

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