jueves, 24 de septiembre de 2015

Un apagón para la algarabía de muchos






Con el parloteo la pagaba caro, cada vez que abría la boca una estrella moría, bien arriba allá en su cielo, la pasaba de mierdas enredada entre silencios, rara costumbre le tocó vivir, por cada estrella sucumbida en el firmamento el origen de otra bien adentro, allá en el interior de su cuerpito, las horas se les escurrían como a todos los demás y de tantas habladurías en la oscuridad total entró a patear, sin embargo nada le importó, ni una lagrima supo derramar porque ahora va por la vida con un estupendo y florido racimo de luceros dentro suyo, galaxias contenidas  debajo de su piel.






jueves, 17 de septiembre de 2015

El fregadero






Descartó de su boca un gemido con aroma a horror que se alojaba en un vacío lejos de la costa, vecino al hueco de mi mirada perdida, proyectando un solsticio pegajoso y punzo entre las manos a la altura del abdomen deseando lograr su objetivo, alcanzar la arena como la primer gota del diluvio, como un derrame fragante, como una inundación pestilente.
Ahora caminas a mi lado en el silencio de la procesión fingiendo una respiración que viaja hacia el sueño del ocaso deseando ser aquel asesino retorcido que me robó la misericordia del deterioro de la vejez sobre las tablas de un teatro sin testigos.







jueves, 10 de septiembre de 2015

El embrión de Moisés






¿Cuándo nos convertimos en todo esto?... En espera. 

El embrión golpea la puerta, la traspasa con pretensiones de vibratos trémulos variando a un entretenimiento pergeñado por el malambo mental de un artista, reforzando con insistencia, notas tras notas, las membranas de aquel hastío popular en auge. 

Mute.







jueves, 3 de septiembre de 2015

Una ausencia a puro saltos






Se percibe un lindo malestar entre la audiencia que abruma con barullo mi limbo personal, es un percance que me han robado con astucia el día del estreno, el rey depuesto ha huido al extranjero sonaba como titular en los diarios de esa mañana, llamando la atención con sus desmanes de tibia oferta, un fraude que ya nadie reconoce… su precaria ausencia eterna.