jueves, 17 de septiembre de 2015

El fregadero






Descartó de su boca un gemido con aroma a horror que se alojaba en un vacío lejos de la costa, vecino al hueco de mi mirada perdida, proyectando un solsticio pegajoso y punzo entre las manos a la altura del abdomen deseando lograr su objetivo, alcanzar la arena como la primer gota del diluvio, como un derrame fragante, como una inundación pestilente.
Ahora caminas a mi lado en el silencio de la procesión fingiendo una respiración que viaja hacia el sueño del ocaso deseando ser aquel asesino retorcido que me robó la misericordia del deterioro de la vejez sobre las tablas de un teatro sin testigos.







4 comentarios:


  1. Regreso después de una larga ausencia.
    Como siempre, me gustan tus depurados textos y, dado que soy más de imagen, tus impresionantes tratamiento de la fotografía.

    Un abrazo

    · LMA · & · CR ·

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    1. Me alegra tú vuelta, espero que hayas disfrutado la ausencia, muchas gracias por tus comentarios y bienvenido nuevamente!

      Abrazo.

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  2. Hay épocas de silencio, pero nunca de olvidos.
    Siempre aquí amigo.
    Te admiro.
    Un abrazo genio.

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    1. Un gusto tenerte por aquí Eider, son muy amables tus palabras, muchas gracias y tienes mucha razón hasta el silencio más profundo será recordado una y otra vez.

      Bienvenido, un abrazo grande!

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